Vale, soy
antropóloga ¿Ahora qué?
Por fin llegaron
las vacaciones, y con él los líos. Para muchos las vacaciones significan:
Playas, alcohol y fiestas; pero queridos, yo soy antropóloga y obviamente no
iba a ser todo tan sencillo.
La antropología
sirve para algo y es muy interesante (Fuera de broma) siempre y cuando no te
adoctrinen en feminismo, anticapitalismo, México y África..¡Vaya, en pocas
palabras acabo de resumir mis dos años de carrera! Pero alejándonos de estos
problemillas, y tu frustración al no estudiar ni a vikingos ni culturas asiáticas,
descubres que la Antropología si que te ofrece otra forma de ver el mundo, y te
enseña a ser más observadora.
Unos dicen que
tras estudiar Antropología eres capaz de ver la dominación del sistema
capitalista, y la discriminación que se da cada día ya sea en las calles o en
el tren, pero os informo que esto es algo demasiado hablado, y demasiado
escuchado. El machismo sigue ahí al igual que el racismo, y solo los inútiles
piensan que esto se ha eliminado en la
actualidad, pero seguro que muchos estáis hartos de leer sobre estos temas (yo
la primera) y a veces, usando la antropología podemos hacer otro tipo de
análisis.
Los antropólogos
estamos diseñados como “cotillas aceptados” un profesor o profesora, no
recuerdo exactamente, dijo “Ahora como antropólogos seguro que prestáis
atención a las charlas de vuestro alrededor” Una compañera asintió
enérgicamente ante esta afirmación, los demás nos reímos pensado “Esta chica no
tiene vida propia”
Y es cierto, si
pensáis estudiar Antropología, os diré que aprenderéis a usar los oídos y los
ojos de otra manera, pero no os enseñarán a decir “Esto es privado, apaga el
oído” Porque si queridos, la Antropología y sus pequeños hijos a veces se pasan de listos, y se meten donde no les
llaman.
Con todo esto podéis
entender porque el verano es un lío para el antropólogo, tiene demasiadas
pautas sociales que estudiar: Los comas etílicos entre adolescentes hormonados,
el por qué solo muestran mujeres en tetas en las playas en los noticiarios...
Etcétera, así que así comenzamos el verano.