domingo, 14 de julio de 2013

Hablemos de amor.


El amor, la antropología y la crisis de los 22 años.

 

No os confundáis, no me refiero únicamente al amor romántico (Típico de películas americanas al estilo clásico de “Lo que el viento se llevó” o las modernas “Rumores y mentiras) También hablo del amor entre familiares, y entre amigos.

 

Como ser humano el amor me parece necesario, es algo que está en la sociedad (Aun algunos lo vean muy poco) como antropóloga me parece un fenómeno social más, que en las películas sirve para reproducir patrones y estructuras familiares machistas.

Como ya dije en la primera entrada de este Blog, dentro de mi hay dos sujetos: La antropóloga analista, y el ser humano “normal” que se olvida de lo malo que es el capitalismo, e incluso de que lo que le gusta, le gusta por algo.

Estos dos seres a veces discuten, y en el tema del amor no somos capaces de llegar a una respuesta única.

 

El amor es una pauta social, la cual se relaciona con procesos cerebrales (Aun que no creo que esto último sea la causa de su aparición; lo siento colegas de la ciencia) Los seres humanos somos animales sociales, necesitamos el grupo para sobrevivir desde que éramos Homo Sampiens aprendiendo a manejar el fuego, y nos follamos a los Neandertales. Por esta razón el amor es algo razonable, y es una forma de protección, cosa que se ve perfectamente en un bebé que se abraza a su madre, la cual al ser un neonato prematuro lo cuidará hasta que se empiece a emborrachas (Antes a la edad de dieciséis años, hoy en día a los doce... Criaturitas, como diría mi Pirata) Entonces ¿Somos libres de amar?

Bueno aquí mi yo antropóloga me dice que no, que estamos condicionados, mi otro yo, el ser humano que coge el tren todos los días, y observa a parejas encariñadas en el tren piensa que no estaría mal vivirlo para dar una respuesta.

 

Entonces, si no somos capaces de amar libremente ¿Somos capaces de elegir amigos sin estúpidas pautas y estructuras sociales? La antropóloga os dice que no, que elegimos a nuestras amistades de a cuerdo a afinidades, e incluso a necesidades egoístas (Aquel a que le guste llamar la atención elegirá a aquel que sea empatico, aquel al que le guste ser el centro de atención elegirá a los débiles de personalidad) Entonces ¿Cómo es que a veces surgen amistades y parejas de lo más dispares? Pues o bien por rebelión en el núcleo familiar, o porque ambos no saben muy bien lo que quieren.

Es crudo ¿Verdad? Os estoy diciendo que no sois libres ni el amor, que vuestra pareja lo es porque cumple una serie de funciones que vosotros necesitáis. Es decir, sois unos egoístas, todos somos egoístas.

 

Entonces ¿Por qué no enamoramos? ¿Por qué nos sentimos tan bien cuando reímos a carcajadas con nuestros amigos en un bar? Sencillo, porque en esos momentos nos sentimos de puta madre.

 

Más tarde llegará el llanto y las traiciones, el sentimiento de que hay gente que nunca ha estado ahí, sino que simplemente necesitaba un favor, que le dejaras los apuntes, que le acompañaras al médico, que le llevaras en coche... Pero cuando hacemos el amor (O tenemos sexo, decirlo como os de la real gana) o cantamos una canción con nuestra hermana, o con nuestro mejor amigo en el coche a pleno pulmón, nos importa muy poco si esa felicidad corresponde a una estúpida estructura social, nos importa la felicidad y nos da igual que la felicidad de pueda traducir en una serie de fenómenos cerebrales.

 

Es en estos momentos cuando mi yo antropólogo se ahoga en sus propias teorías, y mi yo humano alza los puños victoriosa, y a la vez llora y piensa que es triste estar sola. Pero es en esos momento cuando la antropóloga le grita “No seas estúpida, es la crisis de los 22, te das cuenta de que tu no estás cumpliendo las pautas sociales diseñadas para tu edad, por eso te duele, porque no encajas” Pero... El sentimiento de no encajar ¿No es típico de la adolescencia? No, porque te das cuenta de que eres adulto y adulta, y que muchas cosas se han acabado.

Entonces ¿Eso significa que como conozco estas pautas y estructuras no estoy “programada” para tener amigos, o para querer a alguien? “Tonta” me vuelve a decir “Tu sabes que no necesitas eso, que es algo social” Pero entonces ¿Por qué me duele? ¿Por qué me duele que dos amigas se vayan fuera, si se que van a volver? ¿Por qué me duele ver a parejas besándose en el tren? ¿Por qué me duele estar sola escuchando música?

Duele, porque somos animales sociales, y porque no encajamos dentro de una estructura.... Nos duele, porque estamos solos y no tenemos a nadie a quién explicar qué es una estructura social.
 
 

 

1 comentario:

  1. ¡Oh, sí que duele!... Gracias por ser la locura que buscaba esta noche para no sucumbir ante la propia enajenación supina de quien buscaba el mar y de topó con un teléfono móvil...

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